Aqui hi anam posant un poquet de tot i tambe
us animam a publicar voltros mateixos els
vostres escrits, enviant-los a
[email protected]
Gracies.
Ben espanyat i
batre en ferro fred.
batre en ferro fred.
Un tros de L'INFANTESA D''EN BARTOLOME
Publicat per Paco Pons Capo, Lletres d'un periodista indòmit/ Es Diari d'en primer
De velles fotografies
Juan Fco. Sanchez Nistal
20/10/2017
JOSÉ LULLA, UN AVENTURERO
ESPADACHÍN OLVIDADO,
por José Manuel Mójica Legarre
27 agosto, 2014
http://www.laalcazaba.org/jose-lulla-un-aventurero-espadachin-olvidado-por-jose-manuel-mojica-legarre/
Leyendo el libro de Frank Yerby “Mientras la ciudad duerme”, “The Foxes of Harrow” título original en inglés, encontré este párrafo:
“El secretario del cónsul español trajo a Nueva Orleáns las cartas del condenado, pero se negó a entregarlas. Entonces un imbécil escribió un editorial en La Unión, el diario español, en el que se describía detalladamente cómo Crittenden fue hacia la muerte y se defendía al Gobierno español. A consecuencia de ello, ciudadanos de Nueva Orleáns destruyeron las oficinas de La Unión y remataron el asunto con una linda hazaña en el consulado español, donde quemaron la bandera española y trataron de linchar al cónsul. Lo hubieran hecho, pero Pepe Lulla nos salvó de una guerra, desfilando por las calles con una espada en cada mano, escoltando al cónsul y llevándolo así fuera de la ciudad, a salvo. Después mató en duelo a cuatro hombres por el insulto inferido a la bandera de su patria. Eso enfrió considerablemente el ardor de muchos”.
En principio, pensé que Pepe Lulla sería una invención del autor, pero viendo que en 1853, año en el que el escritor sitúa el hecho, hubo disturbios en Nueva Orleans, me decidí a investigar sobre el tema y, ¡oh sorpresa!, Pepe Lulla no sólo había existido sino que había sido un hombre muy famoso en su época.
Campo de duelo en Nueva Orleans
La primera búsqueda me remitió a un libro escrito por Paul Kirchner, publicado en 2001 por la editorial Paladin Press de Boulder, Colorado, USA, cuyo título era bastante ilustrativo: “The deadliest men”, o lo que es lo mismo, los hombres más letales. Pues bien, en este trabajo, todo el capítulo 23 está dedicado a Pepe Lulla. Pero, ¿quién fue José “Pepe” Lulla?
Nacido en Mahón el año de 1815, Lulla se enroló desde muy joven en barcos de cabotaje, con camarote pagado por su familia, para formar parte después de la tripulación de naves de altura que le llevaron desde las aguas del Norte hasta las costas africanas en las que traficó con esclavos. De temperamento inquieto, se instaló en Nueva Orleans apenas cumplidos los veinte años empleándose como “segurata” de un bar de aquella ciudad avalado tan solo por su destreza en las peleas tanto a cuchillo como con las manos desnudas.
Quienes le conocieron lo describen en su madurez como un hombre delgado, de pómulos marcados, que vestía de manera muy distinguida y sin estridencias, al contrario de los petimetres de Nueva Orleans que solían caer en el exceso. José Lulla, siempre según sus coetáneos, era hombre sereno, de hablar pausado, desprendido, introvertido, no probó en su vida el alcohol; pero sin ser jactancioso presumía de tener pocos amigos aunque muy fieles.
Su estilo de vida sobrio, y su olfato para los negocios, le permitieron convertirse en el dueño del bar en el que había comenzado a trabajar como “vaciador” y, con el tiempo, hizo una fortuna negociando con madera y tierras, llegando a ser propietario de fincas, bares, barcos y haciendas; pero su pertenencia más preciosa era un retrato suyo rodeado por una corona de laurel en cuyo pie había una dedicatoria: “A Don José Lulla, por su determinación en la defensa del honor Nacional en contra de los traidores de Nueva Orleans”. Aquel cuadro estaba bordado con los cabellos de las mujeres españolas que vivían en Cuba, quienes se cortaron el pelo para rendirle ese homenaje.
Nota de prensa donde se habla de Jossé Lulla
Su forma de pelear era conocida por carecer de animosidad hacia el adversario y por no insultar jamás ni “calentar” los duelos. Tenía fama de no haber comenzado jamás ninguna pelea, aunque llevó a feliz término todas en las que se vio involucrado. Imbatible en reyertas a mano limpia, poseía además una gran puntería siendo capaz, según los testigos, de quebrar un huevo, colocado sobre la cabeza de su hijo a más de treinta pasos y arrancar la pipa de la boca, o una moneda sujetada por algunos de sus amigos, lo que no deja de ser una proeza dada la fiabilidad de las armas de entonces.
La nueva Orleans de entonces, perfectamente descrita por los autores de la aquella época como una peligrosa mezcla de españoles, franceses, americanos, cubanos, marineros fluviales que surcaban el Mississippi, junto a una gran colonia de nobles y oficiales napoleónicos huidos de Francia, en la que corría el alcohol sin tasa, era el marco idóneo para que proliferasen los duelos por causa de los honores ofendidos. Los diarios llegaron a reseñar en la década de los 30 del siglo XIX, al menos un duelo diario, llegando a contabilizar hasta diez en un solo día. La permisividad de las autoridades, y la aceptación social del duelo como forma de reparación de las ofensas, fomentaron el negocio de las academias de esgrima que permanecían abiertas las veinticuatro horas… además del negocio de la fabricación de ataúdes, supongo.
Entre los más famosos maestros de esgrima, según el New Orleans Historical, se encontraban Marcel Dauphin, que murió a manos de Bonneval, otro maestro que, a su vez, fue herido gravemente por Reynard; Thimecourt, quien mató a un maestro de esgrima italiano, también Poulaga y Gilbert Rosiére; pero el más conocido de todos fue un alsaciano conocido como L’Alouette, que mató en duelo al maestro Shubra. José Lulla, de por sí muy dotado para la pelea, empezó a estudiar con L’Alouette, destacando muy pronto en el manejo del florete, el sable y el cuchillo Bowie, por entonces muy utilizado en los duelos.
Una de las maneras que los maestros de esgrima tenían de ganar clientes era la exhibición de sus habilidades ayudados por algún alumno aventajado. L’Alouette pensó que sería buena idea realizar una demostración con el cuchillo Bowie, muy popular por entonces, y le pidió a Pepe que fuese su oponente en un combate con cuchillos de madera. Por lo visto, L’Alouette se “calentó” y, en algunos de los lances le lanzó a Lulla golpes no muy legales y el de Mahón repelió las embestidas del maestro y pasó al ataque. ¿Resultado? Lulla secándose el sudor y L’Alouette inconsciente, con dos costillas rotas. Cuando el alsaciano se repuso, le cedió a Lulla la dirección de la sala de esgrima.
Pistolas de duelo
Para Lulla era cuestión de honor el terminar las peleas y los duelos por la vía rápida, sin ensañarse y con la mayor economía de movimientos que fuese posible; su dominio de la espada le permitía incluso adelantar por cuál de los ojales de la camisa de su oponente iba a meter la punta de su arma, y, sin aceptar jamás un pago por sus servicios, ofició como padrino en más de un centenar de duelos.
El hecho de ser padrino en un duelo, según las reglas al uso, conllevaba la posibilidad de verse obligado a pelear en lugar del duelista, si este se declaraba enfermo o incapacitado, así como enfrentarse al otro padrino si así lo decidían los presentes. En una ocasión, Lulla participaba como padrino en un duelo, y el oponente de su apadrinado se excusó para no pelear presentando para batirse en su lugar a un famosísimo maestro de esgrima de origen alemán. Viendo el cariz que tomaban los acontecimientos, y adivinando la trampa que estaban a punto de llevar a cabo para acabar con su patrocinado, Lulla propuso que, ya que el maestro de esgrima alemán era padrino, él mismo como padrino del oponente tomaría el lugar del duelista para que la pelea fuese pareja. De acuerdo todos para que así se realizase el duelo, ambos contendientes se prepararon; menos de dos minutos más tarde, el alma del alemán hacía compañía a sus antepasados mientras su cuerpo yacía en el suelo con el pecho atravesado por la espada de Lulla.
Para definir un poco mejor el carácter y la habilidad de este mahonés diremos que, según cuentan los periódicos de la época, en una ocasión en que había matado en duelo a un marinero, la misma tarde se presentaron en su bar siete compañeros del finado con el propósito de acabar con él. Lulla, armado con una barra de hierro, puso en fuga a dos de ellos mientras que los otros cinco yacían en coma en el suelo del bar. Cuentan también que en el año de 1840 se organizó un gran campeonato de esgrima en Nueva Orleans. El de Mahón se presentó para inscribirse pero no lo admitieron porque, según el comité de admisión, José no tenía los papeles en regla. Sin perder los nervios pidió hablar con la persona que coordinaba el evento. Poco más tarde llegó el francés responsable del campeonato y Lulla, sin despeinarse, desenvainó su espada y con uso cuantos movimientos precisos dejó al personaje sin chaqueta ni camisa. Envainó y, de manera educada, se disculpó por haber cometido tal desmán… sin tener los papeles en regla.
Una vez descrito sucintamente el carácter de Lulla, pasemos al hecho real que cita Frank Yerby en la novela a la que hemos hecho alusión al principio del artículo.
En Nueva Orleans todo el mundo sabía que Lulla siempre se sintió español y que era un devoto patriota. Siempre había salvaguardado las disposiciones de España y, en aquel año de 1853, no podía ser menos. Nueva Orleans se encontraba en un peligroso estado de agitación política; los residentes cubanos en la ciudad se estaban amotinando contra la autoridad de España y, la expresión de su rabia, se traducía pegando carteles en contra del dominio español en la isla y en la quema de propiedades de españoles. Cuando los cubanos destruyeron e incendiaron la sede del periódico La Unión, y posteriormente se dirigieron al Consulado donde quemaron la bandera de España, Lulla se lo tomó como una ofensa personal y se presentó en el Consulado español, atravesó la multitud y, armado con una espada en cada mano y dos pistolas en la cintura, escoltó al Cónsul español, al que pretendían linchar, dejando a su paso algunos cadáveres de insurgentes, hasta que condujo al diplomático hasta dejarlo a salvo en su casa.
Aquella misma noche, el de Mahón, escuchó unos ruidos a la puerta de su casa y pudo observar que un grupo de más de medio centenar de cubanos se acercaban a la vivienda con antorchas y rifles para asesinarle y quemar su propiedad. Lulla echó mano de su escopeta, salió a la galería de su casa y disparó los dos cartuchos contra la multitud dejando dos cadáveres en el suelo. Mientras Pepe volvía a recargar la multitud se dispersó rápidamente sin esperar a que Lulla volviese a disparar. Desde aquel día, el mahonés se convirtió en el centro de la ira de los cubanos residentes en Nueva Orleans, pero como nadie se atrevía a decirle nada, debido a su fama de excelente duelista, Lulla mandó poner carteles por toda la ciudad retando a duelo a todos los cubanos; ni que decir tiene que nadie aceptó aquel desafío; pero los cubanos querían matar a Pepe y lo intentaron en diferentes ocasiones.
Nota de prensa donde se habla de la muerte de José Lulla
Una noche, a la salida de su bar, le esperaba un asesino a sueldo mejicano armado con un cuchillo. Lulla le arrebató el cuchillo y, arrojándolo lejos de sí, le propinó tal paliza al sicario, tan solo con los puños, que acabó con la vida del emboscado. Años más tarde enviaron desde Cuba a dos asesinos que tenían fama de ser peligrosísimos, y se emboscaron en el cementerio de Nueva Orleans ya que sabían que Lulla aparecería por allí puesto que se celebraba el entierro de un militar que el mahonés había finiquitado aquella misma mañana. Cuando Pepe los descubrió, los persiguió a tiros por todo el camposanto hasta que acabó con ellos. Como última medida, los cubanos contrataron a un militar austriaco que había peleado en Méjico bajo las órdenes del emperador Maximiliano. Este soldado tenía una merecida fama de ser muy hábil con las armas y, se rumoreaba, que era extraordinariamente cruel y traicionero. Este austriaco retó a Lulla y se convino un duelo a pistola, separados por treinta pasos. Según las reglas de los duelos, ambos contendientes se colocarían espalda contra espalda y caminarían quince pasos, se darían la vuelta y dispararían. Cuando todo estuvo preparado, los padrinos dieron la señal y ambos duelistas comenzaron a caminar; pero antes de terminar los quince pasos, el austriaco se dio la vuelta y disparó contra las espaldas de Lulla. Seguramente por los nervios, o porque quiso ser muy rápido, el retador falló el tiro. Pepe Lulla se dio la vuelta, apuntó y le perforó el pecho de un balazo.
A lo largo de su vida, su patriotismo le valió diversos reconocimientos y galardones entre los que cabe destacar la medalla de Oro de la Orden de Carlos III, la más distinguida orden civil que puede otorgarse en España, que se concede a quienes hayan destacado especialmente en los servicios a España y a la corona española.
José Lulla murió en la cama, en la mansión de su finca de la isla de Grande Terre, en Jefferson Parish, Louisiana, el 3 de Julio de 1888 a la edad de 73 años, justo cuando había comprado una gran extensión de terreno en la zona de “Cheniere Caminada”, que luego fue arrasada por un huracán en 1893, con la intención de fundar una gran plantación de naranjas.
Factura de la tumba
Como han podido comprobar, José Lulla, siendo un hombre de carne y hueso, nada tiene que envidiar al imaginario Rhett Butler de “Lo que el viento se llevó”. Estoy plenamente convencido de que si este personaje hubiese nacido en Estados Unidos, Alemania, Inglaterra o Francia, se hubieran escrito novelas o filmado películas contando detalladamente su fascinante vida; pero nació en España y, ¡lástima!, casi nadie recuerda la figura de este reputado espadachín que, aunque lejos de su tierra, siempre quiso ser español.
http://www.laalcazaba.org/jose-lulla-un-aventurero-espadachin-olvidado-por-jose-manuel-mojica-legarre/
Uno de los personajes más peligrosos de los Estados Unidos
en el siglo XIX era originario de Maó
Josep Llull, conocido como Pepe Llulla, emigró a Nueva Orleans
y se granjeó una fama de rival letal
Llulla en duelo
http://menorcaaldia.com/2016/08/16/uno-de-los-personajes-mas-peligrosos-de-los-estados-unidos-en-el-siglo-xix-era-originario-de-mao/
Dicen que no hubo pelea que perdiera. Y sin embargo participó en incontables duelos dejando un reguero de muerte a su paso. No tenía mal genio ni estaba desequilibrado. En aquellos tiempos era frecuente en aquella parte del mundo desarrollar duelos por honor. En la espada y en el cuerpo a cuerpo, nadie podía con el menorquín. Su fama alcanzó tal envergadura que se forjó una leyenda, hasta el momento, prácticamente desconocida en nuestra isla.
Nacido en Maó en el año 1815, Llull se enroló desde muy joven en barcos de cabotaje, con camarote pagado por su familia, para formar parte después de la tripulación de naves de altura que le llevaron desde las aguas del Norte hasta las costas africanas en las que traficó con esclavos. Otras obras nos certifican la relación de mahoneses con el tráfico de personas en aquellas épocas y lugares. Su carácter no le mantuvo mucho tiempo aquí y pronto se instaló en Nueva Orleans. Con veinte años trabajó en un bar, encargado de no dejar pasar a gente de mal vivir o que pudiera acarrear problemas. Su destreza en la pelea, a cuchillo o en el cuerpo a cuerpo, se demostró aún más a partir de aquel instante.
Algunas crónicas locales de aquellos tiempos describen al de Maó como un hombre sereno, de hablar pausado, introvertido y que jamás probó el alcohol. Presumía de tener pocos amigos pero muy fieles. Con el tiempo, su instinto para los negocios, le permitió adquirir un bar y más adelante negociando con maderas y terrenos. No le fueron mal las cuentas pues acabó con una pequeña fortuna en fincas, bares y barcos. Su defensa de sus orígenes le pusieron a prueba frente a muchos detractores de España, particularmente cuando se granjeó la enemistad de muchos cubanos contrarios a la política española de aquellos tiempos. Se dice que su tesoro más preciado era un retrato suyo con una corona de laurel y la dedicatoria
A Don José Llulla por su determinación en la defensa del honor Nacional en contra de los traidores de Nueva Orleans.
Aquel cuadro estaba bordado con los cabellos de las mujeres españolas que vivían en Cuba, quienes se cortaron el pelo para rendirle este homenaje. Su forma de pelear era conocida por carecer de animosidad hacia el adversario y por no insultar jamás ni “calentar” los duelos. Tenía fama de no haber comenzado jamás ninguna pelea, aunque llevó a feliz término todas en las que se vio involucrado. Imbatible en reyertas a mano limpia, poseía además una gran puntería siendo capaz, según los testigos, de quebrar un huevo, colocado sobre la cabeza de su hijo a más de treinta pasos y arrancar la pipa de la boca, o una moneda sujetada por algunos de sus amigos, lo que no deja de ser una proeza dada la fiabilidad de las armas de entonces.
Los periódicos de la época reseñaban en la década de los años 30 del siglo XIX al menos un duelo diario, llegando a contabilizar diez en un solo día. No es de extrañar que Llulla se viera involucrado en más de una de estas peleas o duelos -entonces bien vistos para arreglar cuentas- pese a que su fama le precedía y pocos se atrevieron a retarle. Quienes lo hicieron no sobrevivieron.
Llulla murió de muerte natural a los 73 años de edad en su casa y miles de personas fueron a testimoniar el respeto que le tenían en el día de su funeral. La muerte le sobrevino en su cama de la mansión de su finca de la isla de Grande Terre, en Jefferson Parish, Louisiana, el 3 de Julio de 1888, justo cuando había comprado una gran extensión de terreno en la zona de “Cheniere Caminada”, que luego fue arrasada por un huracán en 1893, con la intención de fundar una gran plantación de naranjas.
Una de las pocas fotos que se conservan de este interesante personaje ha sido recuperada recientemente por Pablo Cardona, miembro del grupo de facebook de Fotos antiguas de Menorca. (Es el de la izquierda)
"Aquí en Baleares hay mucha gente que no quiere un museo marítimo y no lo quiere para que no se pueda traer a colación los más de mil quinientos años de nuestra historia durante los cuales nuestros antepasados fueron afamados piratas y mercaderes de esclavos. Porque es lo que principalmente fueron nuestros antepasados. Hasta los aristócratas y nuestros obispos."
Fuimos esclavistas y piratas
Pepe Quiroga
09-11-2015
Me ha encantado el virtuoso desdén con el que don Gabriel Barceló zanjó hace unos días su salida de Fundatur. Desilusionado por el personalista comportamiento de algunos de sus miembros y cansado de la oposición mostrada a su proyecto de llevar adelante un museo marítimo en la capital de Baleares, don Gabriel tuvo la acertada brillantez de marcharse tras mostrarles su asombro de que una fundación apellidada Turística y Cultural le diera la espalda a una parte tan importante de nuestra historia, como es la vinculada al mundo del mar.
Un museo que le fue fuertemente cuestionado por innecesario y al que incluso tuvieron la desfachatez de proponer la alternativa de que, de llevarse a cabo, se construyera en Sóller, no en Palma. Sin que se tuvieran siquiera en cuenta las enormes diferencias demográficas y turísticas de ambos municipios, ni tampoco el acreditado centralismo de Palma en la historia marítima mallorquina y balear.
Todo esto, además, sin contar, que Sóller ya tuvo recientemente un museo marítimo que resultó un fracaso y que desapareció en 2012, porque no iba apenas nadie, según declaró la persona que estaba a su cargo. O por abundar más en negativo, cuando el propio Ayuntamiento de Sóller no hizo nada para exponer como museo flotante en la antigua base de submarinos el S-63 Marsopa que Hubiera tenido un exitazo similar al que desde 2004 tiene su gemelo el S-61 Delfín en la ciudad alicantina de Torrevieja y que ya ha sido visitado por dos millones de personas.
No extraña pues que el siempre circunspecto don Gabriel, hombre serio y callado donde los haya, frustrado, diera un portazo y apostara por mostrar su más cortés repudio a la incultura de sus ex compañeros empresarios y por su falta de visión de negar el gran reclamo turístico que supone un museo marítimo en cualquier gran ciudad portuaria. Bien hecho, don Gabriel. A determinada altura de la vida, como usted dice, no está uno para aguantar necedades.
Así que yo creo que va siendo hora de hablar alto y claro. Aquí en Baleares hay mucha gente que no quiere un museo marítimo y no lo quiere para que no se pueda traer a colación los más de mil quinientos años de nuestra historia durante los cuales nuestros antepasados fueron afamados piratas y mercaderes de esclavos. Porque es lo que principalmente fueron nuestros antepasados. Hasta los aristócratas y nuestros obispos.
Porque no olvidemos que de esas dos ocupaciones provino la riqueza de las islas y fueron nuestros primarios medios de subsistencia. No los olivos, los almendros y los algarrobos. Porque en nuestra tierra no producíamos ni teníamos más. Y por eso vivíamos del mar.
No podemos esconder nuestra historia. Fuimos ladrones marinos y capturábamos y vendíamos seres humanos. Está escrito en todos los libros de historia clásica, medieval y moderna de todos los países cristianos y musulmanes de la ribera mediterránea, aunque sea muy cierto que piratear y esclavizar nunca fueron trabajos que hayan dado dignidad a ningún pueblo. Valga recordar que los romanos (123 a.C.) y los catalanes (1.229 d.C.) conquistaron nuestras islas para que dejáramos de piratear y que en ambos casos esta fue su excusa oficial para invadirnos.
Tampoco vale refugiarnos en que nuestra historia nació con Jaime I, porque seguimos haciendo exactamente lo mismo - como consta en los Archivos de la Corona de Aragón - durante trescientos años más. Lo dicho. Esta es la razón por la que nuestros políticos y los falsos intelectuales de nuestras islas rechazan el museo marítimo y han tenido éxito hasta ahora en ocultar nuestra verdadera historia. El problema es que, ignorantes, no saben que es totalmente absurdo intentar borrar el pasado. Manipularlo o secuestrarlo. Un solo ejemplo: el “Atlas catalán de 1375” conservado en París, nada tiene de catalán, fue un mapamundi creado en Palma de Mallorca y su autor fue el judío mallorquín Jafuda Cresques. Es fácil entenderlo ¿No?
Pepe Quiroga - 09-11-2015
Època de muda
La planta que va tornar al mar
Miquel Camps | 09/11/2015
La riquesa biològica de l’entorn d’aquestes Illes és impressionant, però moltes vegades no ho sabem valorar perquè per a noltros és quotidià. Si fa unes setmanes veiem que convivim amb una de les espècies més antigues del planeta -la tortugueta de les basses- avui podem parlar d’un dels organismes vius més grans i més vells que es coneixen actualment al món. El tenim al nostre arxipèlag i n’hauríem d’estar orgullosos.
«La vida sempre s’obre camí» diu una coneguda frase del film «Parc juràssic». I això és el que mostra la història d’aquest increïble planeta, on les noves formes de vida, les extincions massives i les adaptacions, segueixen sorprenent a mesura que s’investiguen.
Així, sabem que hi hagut animals i plantes que, provinent originàriament del mar, es van adaptar més tard a viure en terra i encara, milers o milions d’anys després, tornaren al mar. Aquestes adaptacions costen d’entendre, perquè els temps i els ritmes de les evolucions no es mouen a escala humana.
La posidònia és una d’aquestes espècies que va tornar a colonitzar la mar, i no li ha anat malament fins ara. Sembla clar que el mar permet més refugi que la terra. A la praderia marina que hi ha entre Eivissa i Formentera, es va datar un exemplar amb 100.000 anys d’edat, i que tindria una extensió de 8 quilòmetres.
Poca broma amb la xifra. 100 segles és molt de temps. Amb les dades actuals, vol dir que aquest exemplar que viu sota el mar entre Eivissa i Formentera va començar el seu cicle vital bastant abans que l’espècie Homo sapiens arribés a Europa. I ja era un organisme vell quan va veure com la primera i rústica embarcació solcava el mar.
Diuen els entesos que la posidònia creix molt lentament. A raó d’un centímetre cada any, aproximadament. Per això, quan des del seu llit marí veu la panxa de llaüts, llanxes i velers que s’aturen a sobre seu i li arrien una àncora que li arrabassarà uns quants metres de tiges, deu pensar que no hem evolucionat gaire correctament.
Perquè, des de fa 50 anys, els humans ens tornem bojos per les platges. Més de 13 milions de turistes van venir l’any passat a Balears, bàsicament per prendre el sol i nedar a la platja. Ens agradi o no -alguns ho repeteixen constantment- vivim del turisme. D’acord. Noltros vivim del turisme de platja, però la platja viu de la posidònia. I això costa d’entendre a molts professionals del turisme.
Aquesta planta, longeva i parsimoniosa, és la responsable de gran part de l’arena de les famoses platges illenques. A diferència del continent, que rep molt de sediment d’origen fluvial, aquí l’arena prové devers en un 85 % dels petits organismes que es van desfent, molts d’ells criats a les praderies de posidònia. Amb aquesta estreta relació, no ens ha d’estranyar que sovint n’apareguin restes de sobre l’arena, que en alguns indrets el joc de l’onada i el vent converteixen en curioses bolles de fibra.
I amb el seu volum enorme i la seva condició de planta, captura molt de CO2 de l’atmosfera, es queda el carboni i emet oxigen. És doncs, una gran aliada per a combatre l’efecte hivernacle i el canvi climàtic.
2 Aquesta guerra, però, l’està perdent. Aquests dies passats es publicava un article que advertia del problema que representa l’escalfament global per a la posidònia. El canvi climàtic causat per la mà humana va molt ràpid. Si l’aigua del mar es situa per sobre de 28 graus durant un temps prou llarg, la posidònia comença a morir-se. I els actuals pronòstics científics adverteixen que això pot passar en els pròxims 40 o 50 anys.
El mes de desembre s’ha de celebrar a París un encontre mundial per intentar frenar els efectes de l’activitat humana sobre el clima. A molts llocs s’estan fent ja activitats en relació a aquest tema. El dia 29 de novembre, es faran marxes i excursions per tot el món, a fi de demanar als líders mundials que tenguin coratge i que posin els interessos generals per sobre de les pressions de les grans corporacions econòmiques.
A Menorca s’organitza una excursió des de la plaça de la Catedral de Ciutadella fins el parc solar de Son Salomó. A peu, en bicicleta, en patinet o a cavall. Tothom hi hauria de participar. El canvi climàtic no diferencia entre ideologies, religions ni nacionalitats.
La planta que va tornar al mar
Miquel Camps | 09/11/2015
La riquesa biològica de l’entorn d’aquestes Illes és impressionant, però moltes vegades no ho sabem valorar perquè per a noltros és quotidià. Si fa unes setmanes veiem que convivim amb una de les espècies més antigues del planeta -la tortugueta de les basses- avui podem parlar d’un dels organismes vius més grans i més vells que es coneixen actualment al món. El tenim al nostre arxipèlag i n’hauríem d’estar orgullosos.
«La vida sempre s’obre camí» diu una coneguda frase del film «Parc juràssic». I això és el que mostra la història d’aquest increïble planeta, on les noves formes de vida, les extincions massives i les adaptacions, segueixen sorprenent a mesura que s’investiguen.
Així, sabem que hi hagut animals i plantes que, provinent originàriament del mar, es van adaptar més tard a viure en terra i encara, milers o milions d’anys després, tornaren al mar. Aquestes adaptacions costen d’entendre, perquè els temps i els ritmes de les evolucions no es mouen a escala humana.
La posidònia és una d’aquestes espècies que va tornar a colonitzar la mar, i no li ha anat malament fins ara. Sembla clar que el mar permet més refugi que la terra. A la praderia marina que hi ha entre Eivissa i Formentera, es va datar un exemplar amb 100.000 anys d’edat, i que tindria una extensió de 8 quilòmetres.
Poca broma amb la xifra. 100 segles és molt de temps. Amb les dades actuals, vol dir que aquest exemplar que viu sota el mar entre Eivissa i Formentera va començar el seu cicle vital bastant abans que l’espècie Homo sapiens arribés a Europa. I ja era un organisme vell quan va veure com la primera i rústica embarcació solcava el mar.
Diuen els entesos que la posidònia creix molt lentament. A raó d’un centímetre cada any, aproximadament. Per això, quan des del seu llit marí veu la panxa de llaüts, llanxes i velers que s’aturen a sobre seu i li arrien una àncora que li arrabassarà uns quants metres de tiges, deu pensar que no hem evolucionat gaire correctament.
Perquè, des de fa 50 anys, els humans ens tornem bojos per les platges. Més de 13 milions de turistes van venir l’any passat a Balears, bàsicament per prendre el sol i nedar a la platja. Ens agradi o no -alguns ho repeteixen constantment- vivim del turisme. D’acord. Noltros vivim del turisme de platja, però la platja viu de la posidònia. I això costa d’entendre a molts professionals del turisme.
Aquesta planta, longeva i parsimoniosa, és la responsable de gran part de l’arena de les famoses platges illenques. A diferència del continent, que rep molt de sediment d’origen fluvial, aquí l’arena prové devers en un 85 % dels petits organismes que es van desfent, molts d’ells criats a les praderies de posidònia. Amb aquesta estreta relació, no ens ha d’estranyar que sovint n’apareguin restes de sobre l’arena, que en alguns indrets el joc de l’onada i el vent converteixen en curioses bolles de fibra.
I amb el seu volum enorme i la seva condició de planta, captura molt de CO2 de l’atmosfera, es queda el carboni i emet oxigen. És doncs, una gran aliada per a combatre l’efecte hivernacle i el canvi climàtic.
2 Aquesta guerra, però, l’està perdent. Aquests dies passats es publicava un article que advertia del problema que representa l’escalfament global per a la posidònia. El canvi climàtic causat per la mà humana va molt ràpid. Si l’aigua del mar es situa per sobre de 28 graus durant un temps prou llarg, la posidònia comença a morir-se. I els actuals pronòstics científics adverteixen que això pot passar en els pròxims 40 o 50 anys.
El mes de desembre s’ha de celebrar a París un encontre mundial per intentar frenar els efectes de l’activitat humana sobre el clima. A molts llocs s’estan fent ja activitats en relació a aquest tema. El dia 29 de novembre, es faran marxes i excursions per tot el món, a fi de demanar als líders mundials que tenguin coratge i que posin els interessos generals per sobre de les pressions de les grans corporacions econòmiques.
A Menorca s’organitza una excursió des de la plaça de la Catedral de Ciutadella fins el parc solar de Son Salomó. A peu, en bicicleta, en patinet o a cavall. Tothom hi hauria de participar. El canvi climàtic no diferencia entre ideologies, religions ni nacionalitats.
De espaldas al mar
05.10.2015
Diario de Mallorca
Juan José Company Orell (*)
El amable lector, y puede que no vaya descaminado, se preguntará si el autor de estas líneas ha pasado demasiadas horas al sol del verano y se le han resecado las meninges, porque algo desequilibrado hay que estar en esta Isla para defender, así de primeras, este parecer o quizá piensen que me refiero a que de los bancos que existen desde la catedral hasta la playa de Can Pere Antoni, ninguna se mira hacia el mar; les ruego un poco de paciencia y que me concedan el exponer unas cuantas realidades que explican el aparentemente descabellado titular.
Ustedes me dirán que pareciera absurdo el que se insinúe que se vive en nuestra pequeña tierra de espaldas al mar cuando estamos surtidos, en esta sola isla, de tres puertos comerciales y no menos de una treintena de puertos deportivos, y hay verdad en ello, pero ante esa verdad existe otra que es el congénito padecimiento que nos aleja de lo importante, de una necesaria necesidad de dar el justo valor a aquellas cosas que realmente son dignas de ello y que se revela como una especie de tara cultural que conduce a ignorar nuestra cultura marítima y naviera y si no me creen, como hacen en la tele, permítanme hacer un pequeño test: podrían ustedes decirme que sabemos de unos mallorquines llamados Antonio Barceló i Pont, Jaume Ferre, o Angelino Dulcet, Pere Joan Prunes, Joan Vicent Bautista, Salvat de Pilestrina, Arnau Domenech, Felip Bauzá, Joan Bertran, Gabriel Valseca, los Joan Oliva; quizá poco o nada, son para casi todos unos grandes desconocidos, si mencionara a Jafuda Cresques por ventura algo más ya que alguien que tiene una calle en Palma algo de importancia habrá hecho.
Los dos primeros marinos insignes de su tiempo, siendo el segundo navegante y explorador del siglo XIV, de quien, por lo demás, existe una escultura en la plaza que vigila las atarazanas cuyo original descansa en la entrada del Govern balear, el resto de los citados fueron en su época adelantados de la ciencia de la cartografía; hoy en día se les denominaría científicos de elite, casi todos ellos manifiestamente extraños en esta su tierra; todos ellos autores inspirados e inspiradores de cartas marinas y portularios, el arte mismo de la navegación; todos ellos izaron esa ciencia a la cumbre de aquel mundo conocido entre los siglos XIV, XV, XVI y XVII; poco se dice de que Angelino Dulcet fue autor de un portulario allá por el año 1335, que Jafuda Cresques heredó de su padre Abraham Cresques, constructor de aparatos náuticos, su ansia de saber astronómico y geográfico, que Felipe Bauzá fue el cartógrafo de la expedición de Malaspina, hasta el punto que en nuestras antípodas existe una isla con su nombre, que Salvat de Palestrina fue incluso fuente de estudio para otros cartógrafos de la época como los genoveses. Ellos eran nuestros Stephen Hawking de aquella época, famosos en toda la terra cognita pero olvidados en la suya propia.
Las gestas, los logros de aquellos mallorquines, casi todo ellos en la cima de la ciencia de navegación y la técnica cartográfica de sus tiempo, prácticamente los inventores y perfeccionadores del GPS de su época, figuras todos ellos de lo que vino en denominarse la escuela cartográfica de Mallorca, cuyos trabajos fueron base y brújula para otros muchos científicos de su época, en Italia, en Flandes, tienen que ser rebuscadas en libros de especialistas, en librerías, algunas de ellas fuera de nuestras fronteras como la del Congreso de EE UU, en Washington, y quizá en algún archivo particular, incluso para poder ver un portulario anónimo mallorquín de 1327 no tendremos más remedio que volar a Londres y visitar el British Museum o desplazarnos en esa misma ciudad al museo marítimo donde exhiben cartas marítimas de Joan Oliva, porque da la casualidad que ésta tan marinera Isla no se tiene ni un solo lugar dedicado a ese su patrimonio marítimo, patrimonio nada escaso pero que ha desaparecido de nuestra tierra ya en gran medida, como es el caso de la colección de pinturas navales marinera de Planas que terminó siendo puesta a la venta en Christie's. Deberé pedir disculpas por adelantado a mi buen amigo Manolo Gómez, quien es para mí una autoridad en todo lo que tenga que ver con cultura marinera y marítima de esta Isla y más allá, si llevado por mi pasión de converso, aún cuando nieto de dos hombres de mar, hubiera cometido algún error en mi relato, que seguramente no pasaría inadvertido a su ojo analítico.
Siento envidia de ciudades como Oslo en la que existen no menos de tres museos dedicados a la historia marítima de los afortunados noruegos, sin embargo nosotros que navegamos entre la abundancia de yates, barcos y barquitos no disponemos de un mísera balsa cultural, en forma de museo, en la que mantenernos a flote; no tiene esta tierra, que debiera siempre mirar al mar que la rodea, la suerte de los noruegos, y lo digo con profunda pena y con un puntito de rabia; esa es la realidad.
En museos como el Naval de Madrid, qué ironía que una ciudad sin mar tenga un museo naval y una isla circundada por él ninguno, y otros en el extranjero, como los ya citados, pueden apreciarse algunas de las obras de esos insignes isleños de su tiempo, pero no en nuestra Isla. Decía John Steinbeck que la cultura de un pueblo se mide por el polvo acumulado sobre los libros de una librería, nosotros hemos ido aún más lejos, no acumulamos polvo porque ni tan siquiera tenemos la "librería"; nuestra isla, sintamos todos vergüenza, no puede, dicen, permitirse un museo marítimo digno de la historia de este pueblo y lo que es peor, nuestros niños, aún cuando sus padres les apunten a cursos de vela, crecen en la ignorancia de ese pasado náutico. Digan ustedes si esto no es vivir de espaldas a nuestra historia marítima.
Pareciera que nos encantase el aislarnos a nosotros mismos de lo nuestro, dilapidando, como lo hacemos, esa parte de nuestra cultura a manos llenas, hasta el punto de que embarcaciones que se han construido por nuestros mestres d'aixa durante decenios o bien se hallan en precario estado dentro de las cuevas soterradas bajo el castillo de Bellver o terminan sus días deshonrosamente maquillando alguna rotonda.
Solemos pregonar con altanería que hay que defender nuestra cultura, fuera mejor hablar algo menos y hacer algo más, pues si no se hace pronto algo por quienes pueden y deben hacerlo, la nao de la cultura marinera mallorquina podrá ser considerada definitivamente como restos de un naufragio.
(*) Abogado
Vida de corsaris
LLORENÇ ALLÈS CAMPS 11/06/2013
El xabec “Tartar” va ser el primer del grup de seixanta-cinc corsaris
menorquins
que van fer-se a la mar -concretament el 17 de setembre de 1778- durant el període final de la segona dominació britànica i que va coincidir amb la Guerra d’Independència dels Estats Units (1775-1783), segons ens conta l’historiador Marc Pallicer. El corsari, que estava capitanejat pel
ciutadellenc
Joan Caymaris, estava armat amb dues peces d’artilleria, trenta-un homes de tripulació i consta que portava vint rems. Dos anys després de capturar embarcacions, sense patent de cors però amb permís sota jurament del governador James Murray, el “Tartar” va cloure la seva activitat corsària de la pitjor manera, donat que la seva tripulació va ser capturada per una tartana francesa que també es dedicava al cors. Sembla mentida que faci poc més de 230 anys, els menorquins fossin també corsaris com els que hem vist en nombroses vegades al cinema, açò sí, amb les penalitats d’una vida molt dura i sense les històries romàntiques que solen amarar les grans produccions del setè art. Encara que algunes de les expedicions de nau armada van acabar amb un balanç positiu, constituint-se vertaderes fortunes, la majoria acabaven en un fracàs total. Des d’un punt de vista econòmic, el cors va representar una important reactivació que va afectar de forma positiva tots els sectors econòmics de l’Illa, independentment dels atacs corsaris que va patir Menorca i de la falta de blat que es va donar en moments puntuals, tal i com assenyala Pallicer.
Goleta Bluenose
La goleta Bluenose fue botada en Lunemburg, Nueva Escocia (Canadá) el 26
de marzo de 1921. Tenía 43’5 m de eslora. Fue diseñada por William Roue
en Halifax, y era propiedad de un grupo de inversores entre los que se
encontraba el famoso capitán Angus Walters. Como pescador era uno de los
mejores… como participante en regatas, el mejor.
Hay muchas y trágicas historias relacionadas con el nacimiento, la vida y la desaparición del gran tesoro que, para Nueva Escocia, supuso la goleta Bluenose. En 1935 la Bluenose cruzó el atlántico por primera vez para participar en la ceremonia de las bodas de plata de la coronación del rey Jorge V y la reina Mary. La invitaron a participar en el Sailpast Review, en Splithead, y tomó parte en la tradicional regata alrededor de la Isla de Wight. Aunque ´llegó en tercer lugar, los expertos observadores apreciaron su gran valía. Antes de abandonar Inglaterra, el rey Jorge regaló al capitán Angus Walters la vela mayor del yate real Britannia.
La Bluenose zarpó de Falmouth el 11 de septiembre para regresar a Canadá, pero se vio sorprendida por el peor huracán de su historia. La tormenta duró tres días, llegando a volcar por primera y única vez en su existencia. Hubo de regresar para fondear en Plymouth, donde se le hicieron reparaciones durante un mes, antes de estar a punto para encarar la travesía del Atlántico.
Al año siguiente, 1936, la Gran Depresión azotaba Estados Unidos y otros muchos países. Potentes arrastreros comenzaron a reemplazar las flotas pesqueras a vela. Fue entonces cuando el capitán Angus se vio forzado a incorporar motores diesel a la goleta Bluenose. Se eligió un sistema de motor que pudiese desmontarse con facilidad en caso de que surgieran nuevas regatas en las que participar.
En 1937 se acuño la primera moneda canadiense con la efigie de Jorge VI. Para el reverso de la misma, el gobierno pensó en una goleta navegando a toda vela, y el diseñador, Emmanuel Hahn, escogió la Bluenose como modelo. La elección de una goleta pesquera a vela fue indudablemente inspirada por la belleza de la Bluenose, y el diseño fue una exaltación de la gloriosa época en la que altas goletas pescaban en los caladeros del Atlántico.
A mediados de 1942, el capitán Walters vendió la Bluenose a la West Indian Trading Company, y fue usada como carguero en los mares del Caribe.
Cuatro años después, en enero de 1946, la Bluenose encalló en un arrecife cerca de Haití y se hundió desapareciendo para siempre.
En julio de 1963, en los mismos astilleros de Lunenburg, se botó la Bluenose II, réplica exacta de la famosa goleta. Durante décadas ha sido la embajadora de la flota de Nueva Escocia y ha participado en numerosas ocasiones en regatas de fama internacional.
Hay muchas y trágicas historias relacionadas con el nacimiento, la vida y la desaparición del gran tesoro que, para Nueva Escocia, supuso la goleta Bluenose. En 1935 la Bluenose cruzó el atlántico por primera vez para participar en la ceremonia de las bodas de plata de la coronación del rey Jorge V y la reina Mary. La invitaron a participar en el Sailpast Review, en Splithead, y tomó parte en la tradicional regata alrededor de la Isla de Wight. Aunque ´llegó en tercer lugar, los expertos observadores apreciaron su gran valía. Antes de abandonar Inglaterra, el rey Jorge regaló al capitán Angus Walters la vela mayor del yate real Britannia.
La Bluenose zarpó de Falmouth el 11 de septiembre para regresar a Canadá, pero se vio sorprendida por el peor huracán de su historia. La tormenta duró tres días, llegando a volcar por primera y única vez en su existencia. Hubo de regresar para fondear en Plymouth, donde se le hicieron reparaciones durante un mes, antes de estar a punto para encarar la travesía del Atlántico.
Al año siguiente, 1936, la Gran Depresión azotaba Estados Unidos y otros muchos países. Potentes arrastreros comenzaron a reemplazar las flotas pesqueras a vela. Fue entonces cuando el capitán Angus se vio forzado a incorporar motores diesel a la goleta Bluenose. Se eligió un sistema de motor que pudiese desmontarse con facilidad en caso de que surgieran nuevas regatas en las que participar.
En 1937 se acuño la primera moneda canadiense con la efigie de Jorge VI. Para el reverso de la misma, el gobierno pensó en una goleta navegando a toda vela, y el diseñador, Emmanuel Hahn, escogió la Bluenose como modelo. La elección de una goleta pesquera a vela fue indudablemente inspirada por la belleza de la Bluenose, y el diseño fue una exaltación de la gloriosa época en la que altas goletas pescaban en los caladeros del Atlántico.
A mediados de 1942, el capitán Walters vendió la Bluenose a la West Indian Trading Company, y fue usada como carguero en los mares del Caribe.
Cuatro años después, en enero de 1946, la Bluenose encalló en un arrecife cerca de Haití y se hundió desapareciendo para siempre.
En julio de 1963, en los mismos astilleros de Lunenburg, se botó la Bluenose II, réplica exacta de la famosa goleta. Durante décadas ha sido la embajadora de la flota de Nueva Escocia y ha participado en numerosas ocasiones en regatas de fama internacional.
Miquel Mus,
la vida d’un exberguiner al port i d’un cercador de respostes
Diari Menorca. Marc Campins 06/02/2011
Entrevista seleccionada finalista del Premi Andrés Casasnovas 2011
Miquel Mus Reynés (Maó, 1948) és un jove de seixanta-dos anys que, des dels quaranta, dedica el seu temps a la música i a la literatura. Però no a escoltar i llegir –o no només–, sinó a cantar i a escriure amb exemplar regularitat.
En Miquel va néixer a baixamar, a Can Reynés, la casa de façana ampla i elegant, situada a l’inici de la costa que puja dalt Maó des del Moll de Llevant. A la façana hi figura escrita una data: 1933, i davant, arran de mar, les autoritats hi van plantar, fa uns anys, una bella sireneta anomenada Mô. Aquesta casa, no fa tant, funcionava com una unitat d’empresa familiar, on pares i fills, amb una flota de barques, podien fer viatges d’arena, anar a calar xerxes, mariscar, fer les funcions del pràctic del port i, també, la feina de berguiner.
El lector em permetrà que expliqui el significat de la paraula berguin. Bé: és un anglicisme –com tants que n’hi havia en el registre dialectal maonès antic– que deriva de bargain (acord, contracte). A Maó aquesta paraula es concretà en el fet d’arribar a un acord entre una persona i un propietari de barca, per a ser transportat d’una banda a l’altre del port. En realitat, el barquer també feinejava amb materials no humans, com ara passar barres de pa i altres aliments. Però deixem que ens ho detalli un exberguiner...
Era una feina de tot l’any, però que retia en els mesos d’estiu. Començàvem a les set del matí amb el transport dels talecs de pa i de gel que, des de ca nostra, passàvem a l’altra banda, i els repartíem. Des dels Banyers de Pedra fins Cala Llonga. A partir de les onze començaven a venir els banyistes. Els capvespres, eren habituals les visites familiars. Els diumenges migdia solíem transportar gelats (de can Mateu) i tortades (de can Vallés). Açò, fins a finals dels anys seixanta, quan el camí de sa Mesquida es va condicionar, i la gent començà a comprar vehicles de motor. La feina de berguiner la vaig fer cada estiu fins als divuit anys, i va ser la meva gran escola de la vida, perquè allà vaig tractar tot tipus de gent: obrers i senyors; joves i grans; gent de Maó i gent de fora; gent de dretes i d’esquerres. Vaig adquirir consciència de la diversitat, i em consider una persona accessible per açò mateix. I açò és un tresor.
En el port d’avui, t’hi reconeixes?
Per força! Encara hi tenc la meva barqueta, un gussi. A principis dels 90 me la van regalar i és molt bona per a mariscar. També tenc una vela llatina, que fa bon anar quan no fa ni molt ni poc vent.
D’home de mar vas passar a l’aviació.
Als vint-i-tres anys vaig tenir la possibilitat d’entrar a Aviaco, després a Iberia, on hi he fet la vida, i encara en visc.
També ets home de terra ferma. Has estat un bon excursionista i trescador de l’interior de Menorca. Què t’ha dit el paisatge?
M’ha mostrat la seva bellesa, la tranquil·litat, una solitud molt agradable. M’agraden particularment els caminets prop d’Alaior i es Mercadal, i qualque tros de barranc.
Pujar una muntanya és una experiència espiritual?
Per segons qui.
Has parlat del paisatge de Menorca. Què en dius del paisanatge.
Ahir vaig trobar una persona i va sortir aquest tema. Xerrant de la crisi jo, li comentava que la veia venir. Fa set o vuit anys, jo esteia retgirat... però què fan amb tants blocs de pisos? és que han de venir trenta mil estrangers? Una cosa és la solidaritat i la globalització, i una altra la desmesura. Jo tenia un company sindicalista que solia dir: una cosa és repartir-se la riquesa, i una altra repartir-se la fam.
Qui canta, el seu mal espanta?
Vaig començar a cantar amb la Coral Estelots de Sant Lluís l’any 1990. Deu anys després vaig passar a la Coral de Sant Antoni i al cor Amics de s’Òpera, dirigits per na Mertxe Orfila. Esporàdicament he cantat en formacions de Deixem lo Dol de Sant Lluís, es Castell i Sant Climent. Així mateix cant en la coral parroquial de Santa Maria, amb Anna Periano.
Quin és el teu registre de veu?
Tenor segon. És una veu intermitja entre tenor primer i baríton.
I ets –o has estat– un cantant habitual des Cau de Cala Corb.
Hi cant boleros, cançó menorquina, qualque tango... El que més m’interessa són els boleros. Des de fa un any, aprofitant que el meu fill Roger és professor de piano, ens solem trobar a ca seva i preparem partitures de boleros.
Per a interpretar en un concert?
La primavera passada vam formar un conjunt –Aigua Blava, de nom– i vam cantar periòdicament a l’Ars Café durant tres mesos.
Veig que abastes un repertori ample i variat.
Allò important no és aprendre cançons, és aprendre a cantar. Requereix una bona dosi de disciplina i humilitat. As Cau vaig aprendre molt d’en Biel. Tenia unes qualitats irrepetibles i un gran estil. Entre ell i jo hi havia un bon ‘feeling’, i em feia comentaris. Jo li demanava moltes coses, sobretot quant a l’ús dels tons. A més, ell dominava l’escena a la perfecció. Sabia a cada moment quina cançó cantar només observant el tipus de client que hi havia, en aquell moment, en el bar.
Tornem als boleros.
L’aire que li dónes és molt important. Fa un parell d’anys vaig escoltar unes declaracions d’en Moncho (el cantant de boleros) i deia: el bolero no s’ha de cantar, s’ha de recitar. Quan cantes en una coral et sotmets a una fèrria disciplina personal, i a la del director. Quan cantes un bolero, és un altre criteri, i has de saber fer una floritura, o canviar dues o tres notes per a donar-li un aire diferent. Tot, però, sense abusar.
Per cert, quina és l’arrel etimològica de bolero?
La mateixa que bol, bolla, o bolitx. El bolitx és una estratègia de pesca circular, envoltant. El bolero va ser primer una dansa, de moviments circulars, i el bolero cantat és també un procés que t’encercla dins del teu propi sentiment.
Ets un enamorat de les paraules?
Del que hi ha darrere les paraules.
Què hi ha?
Pensament. Aquesta és la meva betzèrria: saber com pensam els menorquins. La paraulística no és més que un mètode per a mirar d’enganxar el pensament. Darrere de les frases fetes podem veure com pensam. Quan jo tenia quinze anys escoltava per la ràdio un setmanari en català anomenat “Paraula i pensament”. Només el títol ja em fascinava. No sé si has sentit mai aquesta frase: darrere una filologia hi ha una filosofia.
Com vas esdevenir articulista?
L’any 1989 vaig fer el meu primer article al Full Dominical. Parlava sobre un parell d’enamorats. Jo havia anat as Mercadal i, asseguts a l terrassa del Casino, vaig veure arribar en moto una parella... d’enamorats. Aquesta visió va ser el desencadenant del tema i de l’article.
I a partir d’aquí?
El meu primer article al diari “Menorca” es titulava “Reflexions entorn de la dona”. Era un producte molt filosòfic i poètic. Comprenc que per al lector era de difícil comprensió, perquè durant anys vaig abocar tot el meu món interior. Açò no és massa corrent per a un diari, i jo tenia un món interior molt utòpic. A partir de l’any 2000 em vaig centrar més en la realitat de les coses, i vaig canviar el títol de “Reflexions” per el de “Coses que passen”.
Si volguéssim definir un gènere dins el tipus d’articulisme que fas, quin posaríem? L’anècdota, l’ocurrència, la facècia?
L’anècdota. Si qualcú ve, i em conta una cosa seriosa, i jo la trob interessant, en nom de la bellesa, o la curiositat, en prenc nota. La curiositat entronca amb l’anècdota. Jo, després, procuraré emprar les mateixes paraules de qui m’ho va contar i posar-me en el seu lloc. Així, jo visc una vida nova, una experiència nova, una vida que no és la meva. No és en Miquel qui escriu, sinó na Joana, o en Tolo...
La gent et comenta sobre els escrits? Què en diuen?
Que els agrada. Hi ha gent que diu que els llegeix tots. És cert que també m’han dit: quines coses més rares que escrius! Però jo hauria d’estar molt satisfet perquè són molts els que me’ls comenten. Gent del carrer. Tenc un sector de lectors prou definits: persones de cinquanta anys per amunt, d’un cert nivell cultural. I et diré que rep més comentaris positius de gent de la dreta sociològica que no dels d’esquerra. Not certs silencis, els puc captar, aquests silencis.
Per què i per a què escrius?
Per una raó d’ordre emocional. No m’agrada competir. Si jo m’assec a una taula on cinc persones xerren sense aturall, jo no obriré boca, perquè tots rivalitzen per a dir la seva. Jo, en canvi, escriuré, i diré la meva sense barallar-me. Hi ha una altra raó per a escriure: la necessitat de manifestar unes idees i uns sentiments.
Com deu ser que manifestar les nostres idees ens fa sentir millor?
Hi ha el tema de la soledat humana. Sempre estem sols. Fins i tot quan estem ben acompanyats, el caminet és ben teu. La solitud és forta, i per a fer-la més suportable ens hem de comunicar.
Quina és la feina prèvia d’un article?
La documentació. Llegir. En el meu cas, saber què diu el diccionari d’en Coromines i el d’Alcover-Moll. Consultar sinònims. L’Enciclopèdia Catalana. Una de castellana. I també consultes a l’Enciclopèdia de Geografia i Història de Mascaró Pasarius, i altres llibres d’història. Pel que fa als modismes, hi ha un recull imprescindible, les “Dites i refranys menorquins”, de Joan Pons Moya.
L’inacabable tema de català dialectal versus català estàndard. Tu tens tirada cap al dialectal.
M’agrada el dialectal. No per afany de lluita, jo som una persona integradora. El català estàndard és el nostre transatlàntic. Si jo vull anar a Eivisssa, o a Barcelona, hi he d’anar amb el transatlàntic, però dins del port de Maó en tenc prou amb el meu gussi, perquè amb el gran vaixell no faria bon anar. Aquí no hi ha cap baralla. En un moment donat n’empres un, després un altre. I l’amor a la llengua per damunt de tot. Les llengües s’han d’emprar en positiu.
Cap lliçó després de tants anys d’escriure?
Que el món és, tanmateix, una xarxa d’amics. Si jo puc comunicar unes idees, i després me les comenten... he creat una xarxa.
Digues una raó per la qual val la pena llegir-te.
Açò ho han de dir els lectors... Si ho digués jo, faria com aquell futbolista que xuta un córner i ell mateix, corrent, puja a l’àrea, remata la pilota d’un cop de cap, i a més, encara fa gol.
En Miquel va néixer a baixamar, a Can Reynés, la casa de façana ampla i elegant, situada a l’inici de la costa que puja dalt Maó des del Moll de Llevant. A la façana hi figura escrita una data: 1933, i davant, arran de mar, les autoritats hi van plantar, fa uns anys, una bella sireneta anomenada Mô. Aquesta casa, no fa tant, funcionava com una unitat d’empresa familiar, on pares i fills, amb una flota de barques, podien fer viatges d’arena, anar a calar xerxes, mariscar, fer les funcions del pràctic del port i, també, la feina de berguiner.
El lector em permetrà que expliqui el significat de la paraula berguin. Bé: és un anglicisme –com tants que n’hi havia en el registre dialectal maonès antic– que deriva de bargain (acord, contracte). A Maó aquesta paraula es concretà en el fet d’arribar a un acord entre una persona i un propietari de barca, per a ser transportat d’una banda a l’altre del port. En realitat, el barquer també feinejava amb materials no humans, com ara passar barres de pa i altres aliments. Però deixem que ens ho detalli un exberguiner...
Era una feina de tot l’any, però que retia en els mesos d’estiu. Començàvem a les set del matí amb el transport dels talecs de pa i de gel que, des de ca nostra, passàvem a l’altra banda, i els repartíem. Des dels Banyers de Pedra fins Cala Llonga. A partir de les onze començaven a venir els banyistes. Els capvespres, eren habituals les visites familiars. Els diumenges migdia solíem transportar gelats (de can Mateu) i tortades (de can Vallés). Açò, fins a finals dels anys seixanta, quan el camí de sa Mesquida es va condicionar, i la gent començà a comprar vehicles de motor. La feina de berguiner la vaig fer cada estiu fins als divuit anys, i va ser la meva gran escola de la vida, perquè allà vaig tractar tot tipus de gent: obrers i senyors; joves i grans; gent de Maó i gent de fora; gent de dretes i d’esquerres. Vaig adquirir consciència de la diversitat, i em consider una persona accessible per açò mateix. I açò és un tresor.
En el port d’avui, t’hi reconeixes?
Per força! Encara hi tenc la meva barqueta, un gussi. A principis dels 90 me la van regalar i és molt bona per a mariscar. També tenc una vela llatina, que fa bon anar quan no fa ni molt ni poc vent.
D’home de mar vas passar a l’aviació.
Als vint-i-tres anys vaig tenir la possibilitat d’entrar a Aviaco, després a Iberia, on hi he fet la vida, i encara en visc.
També ets home de terra ferma. Has estat un bon excursionista i trescador de l’interior de Menorca. Què t’ha dit el paisatge?
M’ha mostrat la seva bellesa, la tranquil·litat, una solitud molt agradable. M’agraden particularment els caminets prop d’Alaior i es Mercadal, i qualque tros de barranc.
Pujar una muntanya és una experiència espiritual?
Per segons qui.
Has parlat del paisatge de Menorca. Què en dius del paisanatge.
Ahir vaig trobar una persona i va sortir aquest tema. Xerrant de la crisi jo, li comentava que la veia venir. Fa set o vuit anys, jo esteia retgirat... però què fan amb tants blocs de pisos? és que han de venir trenta mil estrangers? Una cosa és la solidaritat i la globalització, i una altra la desmesura. Jo tenia un company sindicalista que solia dir: una cosa és repartir-se la riquesa, i una altra repartir-se la fam.
Qui canta, el seu mal espanta?
Vaig començar a cantar amb la Coral Estelots de Sant Lluís l’any 1990. Deu anys després vaig passar a la Coral de Sant Antoni i al cor Amics de s’Òpera, dirigits per na Mertxe Orfila. Esporàdicament he cantat en formacions de Deixem lo Dol de Sant Lluís, es Castell i Sant Climent. Així mateix cant en la coral parroquial de Santa Maria, amb Anna Periano.
Quin és el teu registre de veu?
Tenor segon. És una veu intermitja entre tenor primer i baríton.
I ets –o has estat– un cantant habitual des Cau de Cala Corb.
Hi cant boleros, cançó menorquina, qualque tango... El que més m’interessa són els boleros. Des de fa un any, aprofitant que el meu fill Roger és professor de piano, ens solem trobar a ca seva i preparem partitures de boleros.
Per a interpretar en un concert?
La primavera passada vam formar un conjunt –Aigua Blava, de nom– i vam cantar periòdicament a l’Ars Café durant tres mesos.
Veig que abastes un repertori ample i variat.
Allò important no és aprendre cançons, és aprendre a cantar. Requereix una bona dosi de disciplina i humilitat. As Cau vaig aprendre molt d’en Biel. Tenia unes qualitats irrepetibles i un gran estil. Entre ell i jo hi havia un bon ‘feeling’, i em feia comentaris. Jo li demanava moltes coses, sobretot quant a l’ús dels tons. A més, ell dominava l’escena a la perfecció. Sabia a cada moment quina cançó cantar només observant el tipus de client que hi havia, en aquell moment, en el bar.
Tornem als boleros.
L’aire que li dónes és molt important. Fa un parell d’anys vaig escoltar unes declaracions d’en Moncho (el cantant de boleros) i deia: el bolero no s’ha de cantar, s’ha de recitar. Quan cantes en una coral et sotmets a una fèrria disciplina personal, i a la del director. Quan cantes un bolero, és un altre criteri, i has de saber fer una floritura, o canviar dues o tres notes per a donar-li un aire diferent. Tot, però, sense abusar.
Per cert, quina és l’arrel etimològica de bolero?
La mateixa que bol, bolla, o bolitx. El bolitx és una estratègia de pesca circular, envoltant. El bolero va ser primer una dansa, de moviments circulars, i el bolero cantat és també un procés que t’encercla dins del teu propi sentiment.
Ets un enamorat de les paraules?
Del que hi ha darrere les paraules.
Què hi ha?
Pensament. Aquesta és la meva betzèrria: saber com pensam els menorquins. La paraulística no és més que un mètode per a mirar d’enganxar el pensament. Darrere de les frases fetes podem veure com pensam. Quan jo tenia quinze anys escoltava per la ràdio un setmanari en català anomenat “Paraula i pensament”. Només el títol ja em fascinava. No sé si has sentit mai aquesta frase: darrere una filologia hi ha una filosofia.
Com vas esdevenir articulista?
L’any 1989 vaig fer el meu primer article al Full Dominical. Parlava sobre un parell d’enamorats. Jo havia anat as Mercadal i, asseguts a l terrassa del Casino, vaig veure arribar en moto una parella... d’enamorats. Aquesta visió va ser el desencadenant del tema i de l’article.
I a partir d’aquí?
El meu primer article al diari “Menorca” es titulava “Reflexions entorn de la dona”. Era un producte molt filosòfic i poètic. Comprenc que per al lector era de difícil comprensió, perquè durant anys vaig abocar tot el meu món interior. Açò no és massa corrent per a un diari, i jo tenia un món interior molt utòpic. A partir de l’any 2000 em vaig centrar més en la realitat de les coses, i vaig canviar el títol de “Reflexions” per el de “Coses que passen”.
Si volguéssim definir un gènere dins el tipus d’articulisme que fas, quin posaríem? L’anècdota, l’ocurrència, la facècia?
L’anècdota. Si qualcú ve, i em conta una cosa seriosa, i jo la trob interessant, en nom de la bellesa, o la curiositat, en prenc nota. La curiositat entronca amb l’anècdota. Jo, després, procuraré emprar les mateixes paraules de qui m’ho va contar i posar-me en el seu lloc. Així, jo visc una vida nova, una experiència nova, una vida que no és la meva. No és en Miquel qui escriu, sinó na Joana, o en Tolo...
La gent et comenta sobre els escrits? Què en diuen?
Que els agrada. Hi ha gent que diu que els llegeix tots. És cert que també m’han dit: quines coses més rares que escrius! Però jo hauria d’estar molt satisfet perquè són molts els que me’ls comenten. Gent del carrer. Tenc un sector de lectors prou definits: persones de cinquanta anys per amunt, d’un cert nivell cultural. I et diré que rep més comentaris positius de gent de la dreta sociològica que no dels d’esquerra. Not certs silencis, els puc captar, aquests silencis.
Per què i per a què escrius?
Per una raó d’ordre emocional. No m’agrada competir. Si jo m’assec a una taula on cinc persones xerren sense aturall, jo no obriré boca, perquè tots rivalitzen per a dir la seva. Jo, en canvi, escriuré, i diré la meva sense barallar-me. Hi ha una altra raó per a escriure: la necessitat de manifestar unes idees i uns sentiments.
Com deu ser que manifestar les nostres idees ens fa sentir millor?
Hi ha el tema de la soledat humana. Sempre estem sols. Fins i tot quan estem ben acompanyats, el caminet és ben teu. La solitud és forta, i per a fer-la més suportable ens hem de comunicar.
Quina és la feina prèvia d’un article?
La documentació. Llegir. En el meu cas, saber què diu el diccionari d’en Coromines i el d’Alcover-Moll. Consultar sinònims. L’Enciclopèdia Catalana. Una de castellana. I també consultes a l’Enciclopèdia de Geografia i Història de Mascaró Pasarius, i altres llibres d’història. Pel que fa als modismes, hi ha un recull imprescindible, les “Dites i refranys menorquins”, de Joan Pons Moya.
L’inacabable tema de català dialectal versus català estàndard. Tu tens tirada cap al dialectal.
M’agrada el dialectal. No per afany de lluita, jo som una persona integradora. El català estàndard és el nostre transatlàntic. Si jo vull anar a Eivisssa, o a Barcelona, hi he d’anar amb el transatlàntic, però dins del port de Maó en tenc prou amb el meu gussi, perquè amb el gran vaixell no faria bon anar. Aquí no hi ha cap baralla. En un moment donat n’empres un, després un altre. I l’amor a la llengua per damunt de tot. Les llengües s’han d’emprar en positiu.
Cap lliçó després de tants anys d’escriure?
Que el món és, tanmateix, una xarxa d’amics. Si jo puc comunicar unes idees, i després me les comenten... he creat una xarxa.
Digues una raó per la qual val la pena llegir-te.
Açò ho han de dir els lectors... Si ho digués jo, faria com aquell futbolista que xuta un córner i ell mateix, corrent, puja a l’àrea, remata la pilota d’un cop de cap, i a més, encara fa gol.
Es Mestre Ortega Monasterio.
Havanneres, musica marinera, Menorca, Gumersind Riera, Festivals d'Alaior, Toful Mus, s'historia del Meu Avi. N'Ortega Monasterio es un poc nostro, millor dit, es molt nostro i si no, escoltau be sa canço que toca a sa guiterra as final de sentrevista amb n'Espinas.
http://www.tv3.cat/videos/2742070/Ortega-Monasterio
Va residir durant 5 anys a Puigcerdà, i després tres anys a Menorca. L’any 63 va guanyar l’Ala d’Or del Festival d’Alaior amb la seva cançó “Adiós a la isla”, ell hi posà la música, i en Gumersind Riera en posa la lletra. L’any següent va aconseguir l’Ala d’Argent al mateix festival, amb la cançó “Escolta es vent” amb música seva i lletra d’en Tòful Mus. A part de aquestes, allà també composà “Tornada a Menorca” o “Margarita y el Mar”
http://www.tv3.cat/videos/2742070/Ortega-Monasterio
Va residir durant 5 anys a Puigcerdà, i després tres anys a Menorca. L’any 63 va guanyar l’Ala d’Or del Festival d’Alaior amb la seva cançó “Adiós a la isla”, ell hi posà la música, i en Gumersind Riera en posa la lletra. L’any següent va aconseguir l’Ala d’Argent al mateix festival, amb la cançó “Escolta es vent” amb música seva i lletra d’en Tòful Mus. A part de aquestes, allà també composà “Tornada a Menorca” o “Margarita y el Mar”
Quan s’arròs és tou
Miquel Mus
Diari Menorca 15/12/2009
De poc ençà solec aturar-me a una taverna des port de Maó, a s’altra banda, on preparen panets molt bons. S’altre matí vaig demanar mig panet amb “callos” i un cafè amb llet. En es taulell hi havia dos companys d’Amics de la Mar que feien un tec. Vaig berenar a sa tauleta on hi dóna es sol, devora sa porta des carrer. En acomiadar-me dels companys vaig dir-los que me n’anava as Murtar.
– Allà deus estar tranquil! –em digué un d’ells.
– I tant! Aquí he fet un bon berenar i ara m’arribaré una estona a sa barca. Després, si Déu vol, m’atracaré as Murtar. Hem de procurar passar-ho bé, que açò són dos dies, i quan te n’entems...
– S’arròs és tou!
Aquesta resposta em va agafar una mica per sorpresa. Quan s’arròs és tou vol dir que ja n’hi ha molt de fet. Ja no cal preparar es foc, ni cercar llenya, ni tan sols coure s’arròs, perquè ja és cuit: només queda menjar-se’l. En es nostre cas significa que ja hem fet un llarg camí a la vida.
Tou (femení ‘tova’) és sinònim de buit, bla, estufat. Una bella cançó menorquina diu:
“Madò Joana, ¿on sou?
¿A on teniu sa berganta?
Dins es pastador, que canta
i mira es llevat si és tou”.
S’arròs es pot preparar de moltes maneres. “S’arròs de la terra”, propi de Menorca, consisteix en blat triturat i cuit as forn amb xulla, carn de porc i alls. També és conegut s’arròs amb llet. Quan està quasi cuit amb aigua, li donen dos o tres bulls amb llet, sucre, canyella i clovella de llimona. A mon pare li agradava molt.
‘Tou’ té altres significats. En dir de qualcú que “està ben tou”, volem dir que ha xumat molt, que duu un bon gat, unes bones mosques. Una bona castanya!
Miquel Mus
Diari Menorca 15/12/2009
De poc ençà solec aturar-me a una taverna des port de Maó, a s’altra banda, on preparen panets molt bons. S’altre matí vaig demanar mig panet amb “callos” i un cafè amb llet. En es taulell hi havia dos companys d’Amics de la Mar que feien un tec. Vaig berenar a sa tauleta on hi dóna es sol, devora sa porta des carrer. En acomiadar-me dels companys vaig dir-los que me n’anava as Murtar.
– Allà deus estar tranquil! –em digué un d’ells.
– I tant! Aquí he fet un bon berenar i ara m’arribaré una estona a sa barca. Després, si Déu vol, m’atracaré as Murtar. Hem de procurar passar-ho bé, que açò són dos dies, i quan te n’entems...
– S’arròs és tou!
Aquesta resposta em va agafar una mica per sorpresa. Quan s’arròs és tou vol dir que ja n’hi ha molt de fet. Ja no cal preparar es foc, ni cercar llenya, ni tan sols coure s’arròs, perquè ja és cuit: només queda menjar-se’l. En es nostre cas significa que ja hem fet un llarg camí a la vida.
Tou (femení ‘tova’) és sinònim de buit, bla, estufat. Una bella cançó menorquina diu:
“Madò Joana, ¿on sou?
¿A on teniu sa berganta?
Dins es pastador, que canta
i mira es llevat si és tou”.
S’arròs es pot preparar de moltes maneres. “S’arròs de la terra”, propi de Menorca, consisteix en blat triturat i cuit as forn amb xulla, carn de porc i alls. També és conegut s’arròs amb llet. Quan està quasi cuit amb aigua, li donen dos o tres bulls amb llet, sucre, canyella i clovella de llimona. A mon pare li agradava molt.
‘Tou’ té altres significats. En dir de qualcú que “està ben tou”, volem dir que ha xumat molt, que duu un bon gat, unes bones mosques. Una bona castanya!
En Josef Crasto, un corsari maones,enterrat amb honors de general.
Crasto (Josef) nació en Mahon en el siglo ultimo, aunque se ignora el año, y supuesto era hijo de una pobre familia se dedicó en su juventud á la profesión de marinero, de modo que en 1756. se hallava en dicha calidad en la Guadalupe. Como entonces Menorca quedava en poder de la Francia, y esta Potencia estava en guerra con la Gran Bretaña, sirvió á bordo de algunos Corsarios de aquella Colonia Francesa, distinguiéndose mucho por su conducta intrépida, y estremado valor. No tardó pues á mandar un Corsario de 14. cañones haciendo con este frequentes desembarcos en las costas dé las islas vecinas pertenecientes á Inglaterra, y apresando un gran numero de embarca* cíones con ricos cargamentos á los subditos de la misma nación que navegavan por alli. En esta época fue que estando en crucero en la altura de Bassettrre dos Corbetas Inglesas causando daños muy crecidos á los vecinos de aquel Pueblo con la frequencia de sus capturas, pasó á esre con su corsario nuestro valeroso patricio pidiendo licencia al Gobernador para salir á combatirse con dichos dos buques de guerra. Una proposición semejante aunque admiró mucho al mencionado Gefe, sabiendo con todo el corage, y pericia del referido
Crasto por las muchas pruevas que havia dado de ello. le concedió el permiso que solicítava, y este en su consequencia acompañado de un tambor recorrió toda la Ciudad publicando su resolución, y convidando á los esforzados á que se le juntasen en la gloriosa empresa que havia determinado executar. Con este medio haviendo reunido un considerable numero de hombres de valor, salio al encuentro de las dos Corbetas,manifestando antes á la gente de su Corsario ser su animo abordar á uno de los dos buques ingleses, y haviéndolo apresado, ir con este, y con su corsario á perseguir á la otra Corbeta hasta rendirla. Asi en efeto sucedió por manera que en la misma tarde del dia en que salio de Basseterre, regresó á ella conduciendo en triunfo las dos corbetas apresadas.
Después de este suceso no tardaron mucho los Ingleses á poner sitio á aquella Ciudad; en cuya ocasión, tomaron varios fuertes, y otras obras exteriores que la defendían. Eneste apuro tampoco faltó nuestro Mahonés á dar otros argumentos de su valor extraordinario y del desprecio con que mirava los mayores peligros. A la verdad haviendo sacado de su corsario algunas piezas de artillería, y hechose acompañar de una porción de negros aguerridos, y de los naturales del país que pudo reunir, tomó por asalto dos de dichos Fuertes; y estando ya para rendir á otro, fue herido de una bala de mosquetería, de que murió al instante. Su extremada bravura dexo admirados asi á los Isleños, como á los mismos Sitiadores con las pruebas de heroísmo que le vieron desplegar en este lance; de cuyas resultas aun estos últimos quisieron hallarse á su entierro, haviendole hecho los honores correspondientes á un General de tierra. Su memoria aun se conserva en la Guadalupe, de modo que le llaman le Gran Joseph; renombre que en su vida ya havía conseguido por sus acciones tan gloriosas. Como la Guadalupe en la referida guerra fue tomada por los Inglesos en 1759 y que nuestro Patricio según buenas conjeturas tenia entonces de treinta y seis á quarenta años, se hace verosímil haver nacido acia el año de 1720.
Historia civil, y politica de Menorca: Parte I, que empieza en los tiempos ... Escrito por Juan Ramis y Ramis
Crasto por las muchas pruevas que havia dado de ello. le concedió el permiso que solicítava, y este en su consequencia acompañado de un tambor recorrió toda la Ciudad publicando su resolución, y convidando á los esforzados á que se le juntasen en la gloriosa empresa que havia determinado executar. Con este medio haviendo reunido un considerable numero de hombres de valor, salio al encuentro de las dos Corbetas,manifestando antes á la gente de su Corsario ser su animo abordar á uno de los dos buques ingleses, y haviéndolo apresado, ir con este, y con su corsario á perseguir á la otra Corbeta hasta rendirla. Asi en efeto sucedió por manera que en la misma tarde del dia en que salio de Basseterre, regresó á ella conduciendo en triunfo las dos corbetas apresadas.
Después de este suceso no tardaron mucho los Ingleses á poner sitio á aquella Ciudad; en cuya ocasión, tomaron varios fuertes, y otras obras exteriores que la defendían. Eneste apuro tampoco faltó nuestro Mahonés á dar otros argumentos de su valor extraordinario y del desprecio con que mirava los mayores peligros. A la verdad haviendo sacado de su corsario algunas piezas de artillería, y hechose acompañar de una porción de negros aguerridos, y de los naturales del país que pudo reunir, tomó por asalto dos de dichos Fuertes; y estando ya para rendir á otro, fue herido de una bala de mosquetería, de que murió al instante. Su extremada bravura dexo admirados asi á los Isleños, como á los mismos Sitiadores con las pruebas de heroísmo que le vieron desplegar en este lance; de cuyas resultas aun estos últimos quisieron hallarse á su entierro, haviendole hecho los honores correspondientes á un General de tierra. Su memoria aun se conserva en la Guadalupe, de modo que le llaman le Gran Joseph; renombre que en su vida ya havía conseguido por sus acciones tan gloriosas. Como la Guadalupe en la referida guerra fue tomada por los Inglesos en 1759 y que nuestro Patricio según buenas conjeturas tenia entonces de treinta y seis á quarenta años, se hace verosímil haver nacido acia el año de 1720.
Historia civil, y politica de Menorca: Parte I, que empieza en los tiempos ... Escrito por Juan Ramis y Ramis
Llibre "Mestres d’aixa menorquins" d'Adolf Sintes
Com probablement deuen saber els lectors habituals d’aquesta secció, en aquests moments visc l’experiència de publicar el primer llibre. En aquest punt es mesclen sentiments “d’estar més content que un al·lot amb sabates noves”, d’agraïment a la molta gent que m’ha ajudat i també d’inseguretat per saber si és a l’alçada de les expectatives pròpies i alienes.
M’he donat compte que molta gent no sap què és un mestre d’aixa, i ni tan sols què és una aixa, l’eina que dóna nom a l’ofici. També he constatat la confusió entre el mestre d’aixa i l’arader, oficis que tenen en comú la matèria primera: llenya autòctona. Però mentre l’arader construeix –o construïa– arades, barreres, mànecs d’eines i altres estris majorment utilitzats a les feines del camp, el mestre d’aixa es dedica a la construcció i manteniment d’embarcacions de fusta.
La gestació de l’obra té a veure amb aquesta secció del “Menorca” a la que, fa un any, vaig publicar una sèrie sobre els mestres d’aixa que en principi havia de constar de dos o tres capítols sobre el mestre Miquel Huguet de Ciutadella com a practicant d’un ofici en perill d’extinció.
CIUTADELLA
La que havia d’esser una breu sèrie d’articles es va ampliar de manera imprevista amb múltiples aportacions. N’Huguet posà en quilla dos bots bessons i no vaig poder resistir la temptació de seguir el procés, amb aquesta finalitat vaig anar i venir de Sant Lluís a Ciutadella entre gener i octubre de l’any passat. Una experiència engrescadora facilitada per tot el personal del seu taller d’aquell moment.
El meu interès creixia al mateix temps que n’Huguet em facilitava informació sobre el “Manuel Bonet” de mestre Jaume Fornaris, el darrer pailebot varat a Ciutadella. D’aquí a mirar de conèixer els mestres anteriors i posteriors va ser tot un. No hi van mancar les consultes a n’Antoni Picó, una autoritat en matèria d’història nàutica de la nostra illa, així com altres aportacions, com les d’en Guillem Marquès amb documents i fotografies de mestre Antoni Pons Fornaris “es Cariquillo” o la coneixença d’en Jaume Llompart, responsable del varador de Ciutadella que encara restaura velles embarcacions de fusta.
MAÓ
Els constructors navals de Maó van tenir un paper destacat a l’època daurada dels segles XVIII i XIX amb l’alt valor estratègic de Menorca per a les potències navals de l’època. El sempre ben ponderat, i de vegades mitificat, governador britànic Richard Kane, va entendre la necessitat de convertir el port en base d’hivernada, però també de reparació i construcció de la Royal Navy. Inicià la conversió dels aiguamolls de la riba de nord en el que seria l’Arsenal Marítim, del que sortirien vaixells d’important tonatge per l’època, i una autèntica escola de mestres d’aixa particulars amb drassanes pròpies.
El decret de 1820 que prohibí la introducció del blat a la península, va tenir greus conseqüències per als navegants menorquins que comerciaven al llarg de la Mediterrània, i en conseqüència també pels mestres d’aixa, que van resistir millor la crisi per la seva anomenada, alguns a Menorca i d’altres a diferents ports mediterranis peninsulars o del nord d’Àfrica. El cop mortal per l’Arsenal seria l’arribada dels vaixells amb casc d’acer i propulsió a vapor, agreujada pel fet de dependre de Cartagena que el veia com un competidor inconvenient.
Els germans Femenies van construir el “Júpiter”, darrer pailebot maonès, seguit el 1931 pel “Mercedes” que figura a la portada del llibre. En aquest punt vull fer constar el meu agraïment a Enric Taltavull Estrada per les fotografies i documents facilitats. També hi figuren mestres com la nissaga de S’Obercoc o en Joan Petrus, que va fer el pas de la fusta a la fibra. Permeteu-me destacar l’ajuda del seu fill Pau Petrus, un altre dels apassionats de la mar que he tingut l’oportunitat de conèixer millor.
ES CASTELL
Posat a donar una visió més o menys global de l’ofici no podia deixar al marge el mestres des Castell, la majoria connectats amb l’Arsenal de Maó, però que van tenir un paper important a Calasfonts quan es Castell es dedicava en bona mesura a la pesca i el comerç marítim.
Ja és quasi mítica la família dels Quevedo i el seu vaixell “Victory” del que he pogut incorporar la imatge gràcies a l’exvot dipositat a l’ermita de Gràcia. Més properament consta en Miquelillo, alguns dels seus bots encara naveguen i el “Menorquín” està en procés de restauració/transformació al taller de Miquel Huguet.
UN OFICI
A la presentació del llibre hi era Antònia Allès, com a consellera d’Economia i Medi Ambient, que ha estalonat l’edició, però també com la persona que des del primer moment –fa més de dos anys– em va instar a publicar en format de llibre els articles d’Entre els plecs de la memòria. També van prendre la paraula en Miquel Huguet i en Toni Seguí com a editor del llibre a través de la revista S’Auba de Sant Lluís.
Amb la consellera vam coincidir en la necessitat de preservar els oficis artesans que ens personalitzen però que es troben en perill d’extinció. No es tracta tant de mantenir-los artificialment per mitjà de subvencions com de considerar que s’han de regir per unes normes fiscals o d’inspecció tècnica específiques. No és el mateix construir embarcacions de fibra amb un motlle que bastir un bot de llenya peça a peça. Els darrers mestres d’aixa haurien de poder aprofitar l’actual vent favorable de revalorització de les barques de fusta, sobretot per a la navegació a la vela.
UN PATRIMONI
També hi apareixen els Amics de la Mar de Ciutadella i Maó que, a la cova des Rentador des Pla de Sant Joan o a la pedrera de Robadones duen a terme una tasca important de protecció d’antigues embarcacions de fusta que són un patrimoni històric, cultural i etnològ ic dels antics mestres d’aixa i de la gent de la mar que no hauríem de deixar perdre.
Finalment hi figuren tres annexos. El primer és l’inventari de 1958 del pailebot “Cala Fornells”, construït per Gori Femenías com a “Júpiter”. El segon, els plànols del bot menorquí elaborats per Josep M. Andrés i els noms de les principals peces. Finalment, i a suggeriment de Tòfol Mus, he incorporat les definicions dels tipus d’embarcacions construïdes a Menorca al llarg de la història, una tasca difícil facilitada pels dibuixos aportats per en Zaca amb la seva mestria habitual.
Més d’un any de feina m’ha permès entrar a un món peculiar i fer nous amics. Per damunt de tot he intentat que “Mestres d’aixa menorquins” fos un llibre molt visual –amb més d’un centenar de fotos en color i dibuixos– i de fàcil lectura. Si serveix perquè es conegui millor l’ofici i es prengui consciència de la necessitat de preservar el nostre patrimoni marítim, llavors sí que haurà valgut la pena.
[email protected]
Diari Menorca 14/08/2008
M’he donat compte que molta gent no sap què és un mestre d’aixa, i ni tan sols què és una aixa, l’eina que dóna nom a l’ofici. També he constatat la confusió entre el mestre d’aixa i l’arader, oficis que tenen en comú la matèria primera: llenya autòctona. Però mentre l’arader construeix –o construïa– arades, barreres, mànecs d’eines i altres estris majorment utilitzats a les feines del camp, el mestre d’aixa es dedica a la construcció i manteniment d’embarcacions de fusta.
La gestació de l’obra té a veure amb aquesta secció del “Menorca” a la que, fa un any, vaig publicar una sèrie sobre els mestres d’aixa que en principi havia de constar de dos o tres capítols sobre el mestre Miquel Huguet de Ciutadella com a practicant d’un ofici en perill d’extinció.
CIUTADELLA
La que havia d’esser una breu sèrie d’articles es va ampliar de manera imprevista amb múltiples aportacions. N’Huguet posà en quilla dos bots bessons i no vaig poder resistir la temptació de seguir el procés, amb aquesta finalitat vaig anar i venir de Sant Lluís a Ciutadella entre gener i octubre de l’any passat. Una experiència engrescadora facilitada per tot el personal del seu taller d’aquell moment.
El meu interès creixia al mateix temps que n’Huguet em facilitava informació sobre el “Manuel Bonet” de mestre Jaume Fornaris, el darrer pailebot varat a Ciutadella. D’aquí a mirar de conèixer els mestres anteriors i posteriors va ser tot un. No hi van mancar les consultes a n’Antoni Picó, una autoritat en matèria d’història nàutica de la nostra illa, així com altres aportacions, com les d’en Guillem Marquès amb documents i fotografies de mestre Antoni Pons Fornaris “es Cariquillo” o la coneixença d’en Jaume Llompart, responsable del varador de Ciutadella que encara restaura velles embarcacions de fusta.
MAÓ
Els constructors navals de Maó van tenir un paper destacat a l’època daurada dels segles XVIII i XIX amb l’alt valor estratègic de Menorca per a les potències navals de l’època. El sempre ben ponderat, i de vegades mitificat, governador britànic Richard Kane, va entendre la necessitat de convertir el port en base d’hivernada, però també de reparació i construcció de la Royal Navy. Inicià la conversió dels aiguamolls de la riba de nord en el que seria l’Arsenal Marítim, del que sortirien vaixells d’important tonatge per l’època, i una autèntica escola de mestres d’aixa particulars amb drassanes pròpies.
El decret de 1820 que prohibí la introducció del blat a la península, va tenir greus conseqüències per als navegants menorquins que comerciaven al llarg de la Mediterrània, i en conseqüència també pels mestres d’aixa, que van resistir millor la crisi per la seva anomenada, alguns a Menorca i d’altres a diferents ports mediterranis peninsulars o del nord d’Àfrica. El cop mortal per l’Arsenal seria l’arribada dels vaixells amb casc d’acer i propulsió a vapor, agreujada pel fet de dependre de Cartagena que el veia com un competidor inconvenient.
Els germans Femenies van construir el “Júpiter”, darrer pailebot maonès, seguit el 1931 pel “Mercedes” que figura a la portada del llibre. En aquest punt vull fer constar el meu agraïment a Enric Taltavull Estrada per les fotografies i documents facilitats. També hi figuren mestres com la nissaga de S’Obercoc o en Joan Petrus, que va fer el pas de la fusta a la fibra. Permeteu-me destacar l’ajuda del seu fill Pau Petrus, un altre dels apassionats de la mar que he tingut l’oportunitat de conèixer millor.
ES CASTELL
Posat a donar una visió més o menys global de l’ofici no podia deixar al marge el mestres des Castell, la majoria connectats amb l’Arsenal de Maó, però que van tenir un paper important a Calasfonts quan es Castell es dedicava en bona mesura a la pesca i el comerç marítim.
Ja és quasi mítica la família dels Quevedo i el seu vaixell “Victory” del que he pogut incorporar la imatge gràcies a l’exvot dipositat a l’ermita de Gràcia. Més properament consta en Miquelillo, alguns dels seus bots encara naveguen i el “Menorquín” està en procés de restauració/transformació al taller de Miquel Huguet.
UN OFICI
A la presentació del llibre hi era Antònia Allès, com a consellera d’Economia i Medi Ambient, que ha estalonat l’edició, però també com la persona que des del primer moment –fa més de dos anys– em va instar a publicar en format de llibre els articles d’Entre els plecs de la memòria. També van prendre la paraula en Miquel Huguet i en Toni Seguí com a editor del llibre a través de la revista S’Auba de Sant Lluís.
Amb la consellera vam coincidir en la necessitat de preservar els oficis artesans que ens personalitzen però que es troben en perill d’extinció. No es tracta tant de mantenir-los artificialment per mitjà de subvencions com de considerar que s’han de regir per unes normes fiscals o d’inspecció tècnica específiques. No és el mateix construir embarcacions de fibra amb un motlle que bastir un bot de llenya peça a peça. Els darrers mestres d’aixa haurien de poder aprofitar l’actual vent favorable de revalorització de les barques de fusta, sobretot per a la navegació a la vela.
UN PATRIMONI
També hi apareixen els Amics de la Mar de Ciutadella i Maó que, a la cova des Rentador des Pla de Sant Joan o a la pedrera de Robadones duen a terme una tasca important de protecció d’antigues embarcacions de fusta que són un patrimoni històric, cultural i etnològ ic dels antics mestres d’aixa i de la gent de la mar que no hauríem de deixar perdre.
Finalment hi figuren tres annexos. El primer és l’inventari de 1958 del pailebot “Cala Fornells”, construït per Gori Femenías com a “Júpiter”. El segon, els plànols del bot menorquí elaborats per Josep M. Andrés i els noms de les principals peces. Finalment, i a suggeriment de Tòfol Mus, he incorporat les definicions dels tipus d’embarcacions construïdes a Menorca al llarg de la història, una tasca difícil facilitada pels dibuixos aportats per en Zaca amb la seva mestria habitual.
Més d’un any de feina m’ha permès entrar a un món peculiar i fer nous amics. Per damunt de tot he intentat que “Mestres d’aixa menorquins” fos un llibre molt visual –amb més d’un centenar de fotos en color i dibuixos– i de fàcil lectura. Si serveix perquè es conegui millor l’ofici i es prengui consciència de la necessitat de preservar el nostre patrimoni marítim, llavors sí que haurà valgut la pena.
[email protected]
Diari Menorca 14/08/2008